Se me ha venido a la cabeza este articulo tras conocer que Nicolás Antonio, también desconocido para mi, lo reconozco, es una figura muy importante dentro del mundo de las letras y de la cultura de España como país y de Sevilla como ciudad. Pero lo mas preocupante es que no ha reparado nadie en este hombre durante siglos y se hayan esperado 400 años para que en Sevilla, no se organismo se merece por mi parte un aplauso, aunque yo lo he conocido a través de la Biblioteca Pública Provincial Infanta Elena, se haya reconocido su importancia. Pero como comentaba antes, no es que hayan olvidado de Nicolás Antonio hasta este año, sino que casi la misma pena del olvido han ensombrecido a otros poetas y a otra gente de la cultura
Sin embargo, por contra, si reconocemos enseguida, sin que pasen años, a cualquiera de los toreros, folclóricas, vírgenes, capataces y pasos de la Semana Santa. Inundamos plazas y paseos con sus estatuas y bustos, rotulamos calles con sus nombres y apellidos y están en boca de todos en cada momento. Para que nunca se nos olviden que esas personas existieron y ocuparon un lugar muy importante en nuestros corazones. Sin embargo olvidamos enseguida a los que de verdad ocupan un lugar muy importante en la cultura y su expresión narrativa o su alma de poeta o simplemente su humanidad quedan enterrados con el paso del tiempo, algunos en el mas profundo olvido.
Esta situación se complica también por motivos políticos. No solamente por la guerra civil que sufrió este país hace ya muchos años con el resultado, al margen de las vidas humanas que se perdieron, muchos intelectuales, opuesto al régimen triunfante, se exiliaron , otros murieron durante los años bélicos y los que quedaron en este pais tuvieron que acomodarse a los dictados del régimen.
Parece mentira, pero aun hoy, en el siglo XXI, años despues de la guerra y de la autarquia, se sigue juzgando a los intelectuales de aquellos años negros segun su ideologia. Hay quien antes que su valor artistico, se fijan en que a que partido politico pertenece y si es del opuesto al lector, ya tiene palabras denigratorias tanto para el como para sus palabras escritas. Todo esto contribuye aun mas a olvidarnos de los que verdaderamente hicieron cultura y dejaron una profunda huella en nuestros corazones