jueves, 29 de abril de 2021

Taller virtual de escritura creativa

 
El pasado 28 de abril, a las siete de la tarde, Rocío de Juan, escritora y coordinadora de talleres literarios impartió un Taller de Escritura Creativa, organizado por la Biblioteca infanta Elena con motivo de los actos por el Dia del Libro. Como consecuencia de la pandemia, tuvo que ser, como tantos otros eventos, telemático, a través de un programa denominado Zoom. 

En un ambiente desenfadado y divertido, rompiendo con ello la frialdad de las pantallas de nuestros ordenadores, móviles o tabletas, a las que últimamente, dicho sea de paso, nos estamos acostumbrando en demasía, el Taller consto de dos partes claramente diferenciadas. Por un lado, los cinco participantes lanzamos ideas sobre los elemento necesarios sobre el relato y por otro con ejercicios in situ: por un lado, imaginar un final para un cuento ya escrito y por otro desarrollar la fobia de un personaje de nuestra invención. A medida que transcurría el Taller, Rocío fue enviando enlaces relacionados con los relatos que nosotros descargamos

En mi opinión, la hora y media, tiempo fijado para el Taller, fue de corta duración y mas de lo que se hizo no se podía hacer. Así y todo no decepciono a nadie e imagino que todos volverán a inscribirse en talleres como este, esperando que la próxima vez sea presencial


A modo de resumen, me gustaría anotar los pilares en que se sostiene el relato
  • Tema
  • Personaje
  • Lugar  y  Tiempo
  • Conflicto
  • Antagonismo

La novela de un amigo

La novela que quiero comentar se titula Voyeurismo, cuyo autor es Martin Isidro Vázquez León

La novela transcurre con un lenguaje coloquial, morboso, a veces soez  y a veces divertido, pero siempre directo. Aunque se trate de una novela erótica y hasta pornográfica, no puede dudarse que esta escrito desde el desenfado, con buenas dosis de humor pero también de morbo. A pesar del estilo divertido que quiere utilizar el escritor,  es un poco triste ver que trata a la mujer como objeto sexual, que no repare en ese sentimiento maravilloso que llamamos amor

 Gregorio Rivas va describiendo desde los once años sus experiencias sobre la sexualidad. Su deseo sexual, convertido en juego erótico, se inicio con su vecina Aurora que la llevara siempre en su memoria por ser a la primera fémina que vio desnuda. Como un voyeur, sus ojos contemplaron extasiados la desnudez femenina, quedando tan maravillado con la experiencia que le hizo desear mas. La energía amorosa, la  combinará con ensoñaciones y  juegos eróticos. A los catorce años, en la azotea del edificio y luego en el cuarto trastero de la misma,  tuvo su primera experiencia carnal con Aurora. Las chicas lesbianas y Catherine, sobre todo, marcaran su paso a la adolescencia. Animado por dos de sus amigos, Gabriel y Raúl, pasa del voyerismo  al deseo sexual real . Desde ese momento se convierte en un compulsivo sexual, un voyeur sexual, algo elitista, pero que no reparara en medios para conseguir su objetivo. Con Catherine su apetito sexual va en aumento, llevándolo al extremo tan deseado

Sobre su autor, Martin Isidro Vázquez León, quisiera decir que lo conocí mientas estudiaba bachillerato en el Instituto Gustavo Adolfo Bécquer y ya había escrito algunos relatos, uno de los cuales creo recordar gano un premio. Desde que acabe el bachillerato hasta hace quizás dos años, no había vuelto a saber nada de el. Entonces me entere que tenia libros en la Biblioteca Infanta Elena y me alentó a que leyese algunos de lo que tenia publicado. Y claro que lo consiguió