De todos los
escritores del siglo XIX y de la literatura universal, siempre he sentido una
especial predilección por Benito Pérez Galdós. Este año, que se cumplen 100
años de la muerte de Benito Pérez Galdós, el mejor novelista español, después
de Miguel de Cervantes, de la literatura
no solo española, sino también europea y universal, dedico una publicación en
este blog.
Aunque nació en las Islas Canarias, marcho a Madrid con 19 años con la intención de estudiar Derecho en la Universidad Central, pero Francisco Giner de los Ríos y Leopoldo Alas, Clarín y sobre todo, Madrid, s
e interpusieron en su camino y en beneficio de todos, inicio su carrera como escritorPero fue Madrid la ciudad que conoció y de la que se quedo prendado, de sus calles, ambiente, pero sobre todo de su gente. Quedó impresionado por el movimiento político que había, por los pronunciamientos, el ambiente cultural de las tertulias literarias y del constante ajetreo constante de las clases populares. Disfruto más de las calles de Madrid que de las clases de Derecho, cuyo final anunciado fue abandonar la Universidad. En las Novelas españolas con tempraneas retrató Madrid como nadie. Clases humildes, marginados, ambiente político, burguesía, etc., todo el Madrid de la época esta en sus obras... Quizás las ciudades tengan que verse desde otra perspectiva para comprenderla y amarla. Eso debió ocurrirle a Galdós que foráneo, se enamoro de Madrid y allí vivió y murió. En Madrid fijo su residencia, allí quiso vivir y morir. En sus novelas, no es casticista, no elude los aspectos miserables, presenta la riqueza y variedad de la vida popular madrileña de la época. Retrató la vida cotidiana como nadie, convirtiendo sus novelas no solo en modelos de narración sino además como un documento sociológico de incalculable valor
Apenas se separo de su ciudad adoptiva,
ya que tan solo viajó para documentarse,
sobre todo para los Episodios Nacionales,
y en busca de su lugar de descanso tradicional en verano (Santander
Trabajó para
las mejores redacciones (La Nación y El Debate) y frecuento
numerosos teatros, de cuyas representaciones también aprendió algo, haciendo
algunos escarceos en este género. En
1967, viajo a Paris como corresponsal para la Exposición Universal de Paris. No
volvió solo con las crónicas de dicha Exposición sino con las lecciones bien
aprendidas de los grandes narradores europeos, como Honore de Balzac, Gustave Flaubert,
Charles Dickens, a quien tradujo, Liev Tolstoi, Fiodor Dostoievski etc. Como alumno aventajado, siguió los pasos
de sus maestros y pronto estaría a su altura
Fue en 1870
cuando publico su primera novela, La Fontana de Oro, novela de tesis, de influencia
romántica pero ambientada en una época concreta de la historia del siglo XIX
(Trienio Liberal), donde se funden todos los ingredientes que preocupaban a Galdós:
el conflicto social, el político y el religioso. Preocupado por la situación
del país, no solamente política sino también social, no podía pasar de largo un
género narrativo que había triunfado en Europa: la Novela de tesis. Este género
se destina para debatir los conflictos religiosos y
políticos característicos de la llegada de la modernidad, a las que corresponde
la consiguiente secularización de la vida. Entre las Novelas de tesis,
destacan, además, Doña Perfecta y La familia de
León Roch
Y es que fue
un hombre comprometido con el tiempo convulso que le toco vivir, algunos de
cuyos sucesos políticos los vivió muy de cerca. Aunque fue diputado liberal, no
se considero nunca un hombre político pero si se preocupo por reformar el país,
que atrasado respecto a otros países europeos. Sus verdaderos discursos no los
dio en las Cortes sino en sus novelas,
plataforma que utilizo para exponer sus reflexiones. No es de extrañar que, después
de publicar artículos políticos en Revista de España, ataques
al régimen anterior antes de la Revolución de 1868 y el inmovilismo de la nación,
su primera novela tuviera como transfundo político
Con el fin
de buscar las raíces vivas de la historia que le toco vivir, se zambullo en la
historia del siglo XIX y comenzó la redacción de los Episodios Nacionales. Al tiempo que profundizaba en la historia, se
alejaba de lo que para el Romanticismo representaba la novela histórica, Fue
una obra monumental que dejo inconclusa porque la muerte se interpuso en su camino Pero puede decirse
que junto a los Episodios, sus novelas independientes, forman un documento sociológico
e históricos sobre España, siendo Madrid, por supuesto, la gran beneficiaria,
al describir paisajes, costumbres y tipos con un maestría inigualable.
Escritor
realista, comprometido con su tiempo, se opuso al Romanticismo. Limita los
elementos fantásticos, ambienta sus novelas en la época contemporánea. Puede
que leyendo la extensa narrativa de Pérez Galdós pueda repasarse la historia de
España en el siglo XIX. Su estilo se caracteriza por ser directo, con humor e ironía,
reflexiones y lenguaje coloquial. Fue un poderoso pintor de ambientes que cuidaba
al máximo la documentación sobre escenarios, costumbres, gente, etc. Sus penetrantes
dotes de observación le hacen encontrar el detalle significativo. Es un
retratista de almas
Novelas españolas contemporáneas es el nombre que Benito Pérez Galdós
dio a las obras publicadas entre 1881 y 1889 y en su mayoría describen la
sociedad madrileña en la segunda mitad del siglo XIX. Sin renunciar al espíritu
progresistas de sus primeras Novelas de tesis, Pérez
Galdós supedita las ideologías a la materia misma; ya no existen buenos y malos,
los personajes, complejos y profundos se convierten en seres humanos. Pese a ser un hombre de
su época, desplegó una sensibilidad singular en sus retratos femeninos Es difícil elegir una novela suya de esta época, pero me
decanto por Fortunata y Jacinta, que se ha definido sucintamente como un mar de
novela: une de modo admirable lo psicológico y lo social.
Galdós no
solamente fue un excelente narrador sino también un reformador de la novela.
Exploro otros caminos, como lo que el llamo Novela
dialogada (Casandra), de donde paso al Teatro. Siendo un escritor realista,
también exploro el Naturalismo, con La
desheredada. No es de extrañar que su producción literaria haya dejado una
profunda huella en la literatura española y europea.
Pero no
siempre fue así. Aunque en la actualidad sea un escritor aclamado, en su propia
época tuvo numerosas críticas, al igual que generaciones posteriores, salvo
honrosas excepciones, tanto por su narrativa como por su ideología. De hecho
fue candidato al Premio Nobel en 1906 por
la Academia Sueca, en cambio la Española, de la que fue miembro, no lo avalo
por sus ideas republicanas
Benito Pérez Galdós no era muy
sociable, fue un hombre solitario que vivió entregado a la literatura. Aunque se
consideraba liberal, pero desengañado de las consecuencias de la Revolución de
1868, se llevaba igual de bien con los
conservadores. Tuve relaciones estables con varias mujeres,
entre las cuales destaca Emilia Pardo Bazán. Escritor
nato, sus últimas novelas fueron dictadas, ya que estaba casi ciego.
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