A todos nos gusta que reconozcan nuestros méritos, sentirnos importantes pero inconscientemente tememos la fama, quizás porque sabemos que esta es efímera y que de un momento a otro seremos derribados sin piedad
Si hacemos algo para nosotros importantes, el gran publico, que es finalmente quien nos juzga justa o injustamente, lo reconoce y nos hace sentirnos bien con nosotros mismos. La fama, que desde lejos nos atrae, nos gusta porque reconoce nuestra valía, pero a medida que el tiempo pasa se convierte en una carga. Porque al final la misma gente que nos ha hecho famoso, viola nuestra intimidad, quiere saber todo de nosotros, lo que no sabe se inventa y nosotros, como todos los mortales, tenemos derechos a ser uno mas en el mundo, a reservar nuestra intimidad. Porque la vida privada es privada
Puede que después, quizás por el cansancio de la novedad, o porque duda sobre nuestro comportamiento, el gran publico que nos hizo creernos importantes, nos derriba de nuestro pedestal. Porque la fama es efímera y tal como viene se va, como ya ha ocurrido en muchas ocasiones. Al final nos preguntamos que hicimos para ser famosos, por que nos señalaron con el dedo y estábamos en boca de todo el mundo, por que crearon a nuestro alrededor un aurea que nos sobreestimaba, nos hacia diferente al mundo
Pero ¿qué es la fama? Tener algún renombre, que la gente nos recuerde por algo, ya sea por algo bueno o por algo malo. Porque no se puede olvidar que la fama puede ser positiva y negativa. Hay artistas, en cualquiera de sus campos, famosos, pero el reconocimiento les llego tarde y a otros les llega enseguida. Otros son famosos por hacer algo nada convencional o por actuar al margen de la ley. También puede pasar que seamos famoso por algo diferente a lo que hacemos, a lo que nos dedicamos, porque la gente ha reparado en nosotros cualquier detalle en que para nosotros no significaba nada
Texto de 2015