El asesinato de Federico Garcia Lorca ocurrió en la madrugada del 18 de agosto de 1936, en un camino oscuro entre Vizanar y Alfacar, junto a un olivo de la hermosa Vega de Granada
Aunque se cumplen 83 años de la muerte de Federico Garcia Lorca haya muerto, su obra permanecerá siempre entre nosotros. Su vida y su obra es mas importante que la causa de su muerte y sobre todos los rumores que se han hecho a causa de ello. Fue asesinado injustamente en tiempo muy difíciles para el país (la guerra civil) por acusaciones morales y políticas absurdas e intransigentes. Su figura, ya inmensa en su tiempo, aunque no reconocida por todos, se engrandece con el transcurso de los años. Su muerte no hizo mas que agrandar una figura en la que conviven el hombre y el mito.
Fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX. Sus versos por si solos desprenden luz y color pero también llevan en su interior malestar, dolor y, sufrimiento. Su carácter aparentemente extrovertido, ocultaba un alma sensible y pura, libre de todo convencionalismo y carente de maldad. Su alegría de vivir contrastaba con una tristeza interna que muy pocos llegaron a ver con claridad. Siempre estuvo buscando la palabra justa que se acercara a lo bello y trágico al mismo tiempo, nunca dio por cerrado sus versos, siempre buscaba algo mas de ellos. En cierta ocasión dijo Ni yo ni ningún poeta sabemos lo que es poesía. En su conjunto, la obra poética de Lorca constituye una de las cimas de la poesía de la Generación del 27 y de toda la literatura española. La poesía de Lorca es el reflejo de un sentimiento trágico de la vida, y esta vinculada a distintos autores, tradiciones y corrientes literarias. En esta poesía conviven la tradición popular y la culta
No debe pasarse por alto la renovación que hizo en el teatro de su época y como contribuyo con su Teatro Universitario La Barraca a acercar a los pueblos de España el teatro clásico español.Su teatro se opuso al convencionalismo burgués, centrándose temas existenciales; muestra influencia modernista, lopista y calderoniana
Aunque se cumplen 83 años de la muerte de Federico Garcia Lorca haya muerto, su obra permanecerá siempre entre nosotros. Su vida y su obra es mas importante que la causa de su muerte y sobre todos los rumores que se han hecho a causa de ello. Fue asesinado injustamente en tiempo muy difíciles para el país (la guerra civil) por acusaciones morales y políticas absurdas e intransigentes. Su figura, ya inmensa en su tiempo, aunque no reconocida por todos, se engrandece con el transcurso de los años. Su muerte no hizo mas que agrandar una figura en la que conviven el hombre y el mito.
Fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX. Sus versos por si solos desprenden luz y color pero también llevan en su interior malestar, dolor y, sufrimiento. Su carácter aparentemente extrovertido, ocultaba un alma sensible y pura, libre de todo convencionalismo y carente de maldad. Su alegría de vivir contrastaba con una tristeza interna que muy pocos llegaron a ver con claridad. Siempre estuvo buscando la palabra justa que se acercara a lo bello y trágico al mismo tiempo, nunca dio por cerrado sus versos, siempre buscaba algo mas de ellos. En cierta ocasión dijo Ni yo ni ningún poeta sabemos lo que es poesía. En su conjunto, la obra poética de Lorca constituye una de las cimas de la poesía de la Generación del 27 y de toda la literatura española. La poesía de Lorca es el reflejo de un sentimiento trágico de la vida, y esta vinculada a distintos autores, tradiciones y corrientes literarias. En esta poesía conviven la tradición popular y la cultaNo debe pasarse por alto la renovación que hizo en el teatro de su época y como contribuyo con su Teatro Universitario La Barraca a acercar a los pueblos de España el teatro clásico español.Su teatro se opuso al convencionalismo burgués, centrándose temas existenciales; muestra influencia modernista, lopista y calderoniana
No se puede olvidar en esta semblanza del poeta hablar de su amor por la literatura. Fue un gran lector. Escribió en cierta ocasión: Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle, no pediria pan; sino que que pediría medio pan y libro
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